Los vikingos en la Península - 2ª parte, por Alberto Fernández

Fue en el año 858 cuando una flota vikinga capitaneada por dos formidables jefes denominados Hasting y Bjorn Jernside  "Costado de Hierro", tras atacar las costas de Francia, tomó rumbo a la península. Cuentan las crónicas que se trataba de una flota de unas 100 naves.

Casi todos los drakkars eran construidos sin utilizar cuadernas, superponiendo planchas de madera; para tapar las juntas de unión entre las planchas se utilizaba musgo impregnado con brea. El reducido peso del drakkar y su poco calado hacían posible que navegara por aguas de sólo un metro de profundidad, lo que posibilitaba un rápido desembarco e incluso el transportar la embarcación por tierra. Estos barcos podían ser de tres tipos principales:

- El knarr era el barco de uso para el comercio, era achatado, provisto de remos y vela, con capacidad para unas treinta personas, ganado y el heno que les corresponde, agua potable, pescado seco y carne salada. Como es habitual llevaban colgados los escudos a babor y estribor que retiraban y guardaban en la bodega durante sus trayectos comerciales. Equipaban tiendas que podían montar en cubierta o en el exterior cuando hacían un alto para pernoctar si las condiciones lo permitían. Los caudillos llevaban consigo camas desmontables. Cada remero poseía un cofre con sus efectos personales que usaban como asiento. La tripulación poseía unos sacos de piel de morsa llamados hudfat donde guardan sus equipamientos y armas, pero que también usaban como sacos de dormir.

Knarr

- El snekke o snekkar era un barco de guerra vikingo. Menos conocido que el drakkar, fue uno de los más grandes navíos construidos por los vikingos entre los siglos IX y XII, y también uno de los más utilizados en sus expediciones. Podía alcanzar los 30 metros de eslora, equipar 40 remos y embarcar hasta 90 hombres y su equipamiento de guerra. El snekkar navegaba indistintamente con vela para los grandes trayectos o remos cerca de la costa o para remontar las aguas de los ríos y adentrarse en el interior.

- Por último, los Barcos Dragón eran barcos de prestigio, tan grandes como les permitía su quilla. Sus dimensiones eran variadas y no fue un tipo de barco demasiado frecuente. Llevaría entre 61 y 121 hombres, según si utilizaba uno o dos por cada remo.

Por lo que la hueste vikinga se componía de unos efectivos de entre 5.000 y 9.000 hombres, y al respecto de la invasión vikinga la crónica "Albendense"  nos dice:

 "En aquel tiempo, los normandos vinieron de nuevo a las costas de Galicia, donde fueron derrotados por el Conde Pedro"

Posiblemente con el objetivo muy claro, esta vez fueron directamente al Faro Brigantino. Sin duda su objetivo inicial era saquear la ciudad de Compostela, cuya fama se había extendido ya por la Cristiandad, un lugar donde abundarían las riquezas codiciadas por los vikingos. Para acercarse decidieron utilizar la Ría de Arosa como vía de penetración. Saquearon Iria Flavia y pusieron sitio a Compostela. Durante dos semanas los habitantes defendieron la ciudad, que en aquel entonces carecía de murallas de protección, por lo que ante la dificultad de mantener la ciudad accedieron pagar un alto "Danegeld" para evitar el saqueó (se trata de un impuesto danés para evitar los saqueos que literalmente quiere decir "oro danés"). Una vez pagado el impuesto los vikingos volvieron a intentar el asalto y fue entonces cuando apareció el conde Don Pedro de Pravia al mando del ejercito que el rey Ordoño I había enviado, y tras un duro combate derrotaron a los vikingos, los cuales fueron  obligados a embarcar.

  

Este ataque provocó que se iniciara o acelerara la construcción de una serie de torres defensivas a lo largo de la costa, así mismo terminó de convencer al papa Nicolás I de trasladar la sede episcopal de Iria Flavia a Compostela.

Su siguiente punto de ataque fueron los alrededores de Lisboa, la cual no trataron de tomar al asalto, limitándose a saquear los alrededores y hacer acopio de agua y víveres y continuar la navegación a lo largo de la costa en dirección sur.

 Según las crónicas árabes se sabe que la expedición tomó al asalto la ciudad de Algeciras, saqueándola y destruyendo la gran mezquita que allí había. Trataron posteriormente de repetir la ruta realizada unos años antes remontando el Guadalquivir para saquear la ciudad de Sevilla, pero esta vez encontraron una oposición armada prevenida por el gobernador de Lisboa. 

 Abd al Rahman al igual que los cristianos había mandado construir a lo largo de la costa atlántica y mediterránea "ribats", torres fortificadas defendidas por milicias para proteger las costas y poder tener pronta noticia de la llegada de enemigos. Así que los normandos probaron suerte con la costa africana y saquearon la ciudad de Ashila o Arzila en la costa Atlántica de Marruecos.

Tras un segundo ataque sobre Algeciras atravesaron el estrecho de Gibraltar y saquearon la ciudad africana de Nekor a unos cincuenta kilómetros al oeste de Melilla.

Cuentan algunas fuentes que tras los saqueos de ciudades africanas los vikingos "lachlanns" desembarcaron en Irlanda comerciando con ricos objetos de procedencia exótica y con esclavos "hombres azules".

Continuó la expedición costeando el sur de la península y llegando al llamado reino de Todmir, un reino feudatario del califato cuyos límites comprendían la actual  Murcia, parte de la provincia de Alicante y parte de la de Almería, allí saquearon la ciudad de Uriwala ( Orihuela ) y todo su territorio de alrededor incluyendo Menorca, Mallorca, Ibiza y Formentera. 

Reino de Todmir

Llegaron al Rosellón saqueando varios lugares a su paso, decidieron montar su campamento invernal en una isla en medio del río Ródano, en la zona conocida como "La Camarga", saqueando e instaurando el terror en toda la región.

Con la  primavera tomaron rumbo hacia la costa italiana. Según diferentes fuentes saquearon Genova y la ciudad de Luna, a unos doscientos kilómetros al norte de Roma, cerca de la actual población de Sarzana.  La ciudad de Luna fue tomada por medio del engaño ideado por el osado Hasting, convenciendo a los dirigentes de la ciudad que se trataba de un grupo de piadosos que viajaban a Constantinopla para servir al emperador de Bizancio, pero que durante el trayecto su señor que era cristiano había muerto y tenían que enterrarlo en terreno consagrado. Las autoridades aceptaron encantadas que una comitiva condujera el ataúd para ser enterrado en la catedral. Los normandos entraron portando el féretro que contenía al mismo Hasting que se hacía el muerto portando bajo las ropas sus armas. Cuando el obispo, revestido con todas las galas de su cargo, se acercó para bendecir el cadáver y conducirlo al interior de la catedral, de un salto Hasting se incorporó y atravesó con su arma al obispo, el resto de la comitiva atacó a los notables allí reunidos que estaban tan atónitos que apenas se defendieron tomando la ciudad con facilidad. El botín fue enorme y las crónicas cuentan que tanto Hasting como Bjorn Costado de Hierro estaban convencidos que la ciudad era la propia Roma y que, dándose cuenta de su error, reaccionaron de la forma más lógica: pegaron fuego a la ciudad. Una suerte que volvió a correr en el año 1016 a manos de los árabes manteniéndose en ruinas hasta nuestros días.

Los vikingos con sus barcos repletos de tesoros y de esclavos tomaron la decisión de volver para disfrutar de sus riquezas aprovechando en la vuelta para saquear la ciudad de Pamplona en el año 859  aunque no está clara la ruta que tomaron para este saqueo. Lo más llamativo según las crónicas fue que tomaron como prisionero al propio García Iñiguez hijo y sucesor de Iñigo Arista. Según Ibn al-Atir e Ibn Hayyan: 

" Pasaron las naves infieles a Pamplona donde aprisionaron a su gobernador García, quien se liberó mediante el pago de un rescate de 70.000 dinares. "

En este punto finaliza esta  segunda incursión de los vikingos por la península.

(FUENTES: http://espanaeterna.blogspot.com.es/2011/10/los-vikingos-atacan-espana-1-parte.html ; http://www.mundohistoria.org/blog/articulos_web/vikingos_en_espa%C3%B1a; National Geograpihic Historia nº 89; La Monarquia Asturiana Ed. La Nueva España; wikipedia)

Tras esta introducción os muestro otro trabajo vikingo, se trata de una referencia de hace unos añitos de la marca Andrea Miniatures. Uno de los detalles que más me gustó al ver la figura, es que incluye el perro  de la raza  elkhound  habitual acompañante de estos navegantes en sus travesías y que le añade un plus a la ambientación. A la figura le he incorporado una capa de piel y le he modelado una barba.

Intentaré explicar el procedimiento para hacer la capa. Primero se realiza una plancha fina con Milliput, pasando un rodillo (o cualquier superficie curva y lisa, una botella también puede servir) y ayudándose de polvos de talco para evitar que se adhiera a la plancha de corte, se deja que fragüe un poquito y se recorta con la forma de capa deseada (se puede hacer una plantilla con una hoja de papel para probar sobre la figura primero) y se amolda a la espalda de la figura, dejando que seque totalmente y quede rígida. 

El siguiente paso es el de hacer el efecto del pelo. Busqué conseguir un parecido con las pieles de oso que son de gruesos mechones. Se empieza a trabajar en la parte baja de la capa, colocando pequeños trozos de masilla verde en forma de "churrillo" de 1 cm de largo como mucho y orientados de arriba a bajo, una vez colocados se moldean uno a uno con un palillo o herramienta apropiada, y cuando está terminada la primera fila se deja que fragüe un poquito y se repetirá el proceso con otra fila, continuando una tras otra hasta completar la superficie de la capa.

Un saludo.

Alberto Fernández Conde